Estos pequeños y mágicos objetos tienen el poder de calmar casi al instante a cualquier bebé: hoy toca hablar del chupete, de los beneficios que aporta a los más pequeños y de las técnicas para quitarlo adecuadamente.

Como su propio nombre indica, el término proviene de chupar, o lo que es lo mismo, humedecer o sacar jugo de algo con la lengua y la boca. Su pieza tiene forma de pezón para que el bebé lo chupe de forma similar a cuando es amamantado por su madre.

Existen chupetes de materiales y formas diferentes -como plástico, goma, látex o silicona-, aunque el modelo recomendado por la Asociación Española de Odontopediatría es la tetina de forma fisiológica o de forma plana. A diferencia del de forma de gota, la parte inferior de este chupete es plana, permitiendo colocar la lengua en una posición más elevada. Además, es simétrica, igualmente válida en cualquier posición, aunque el bebé le dé la vuelta al chupete.

Mejor material para el chupete

Tanto el látex como la silicona son opciones muy recomendadas para el material del chupete, aunque cada uno de estos materiales posee sus propias ventajas.

La silicona no absorbe olores ni sabores y es más duradera y resistente, pero tiene una menor flexibilidad y es menos recomendable para cuando ya han salido los dientes. El látex es 100% natural, más flexible, elástico y blando, pero tiene que renovarse cada menos tiempo, porque puede alterarse al esterilizarlo y absorbe olores con mayor facilidad.

Con estas características en mente, puedes elegir el chupete que mejor consideres.

¿Qué ventajas tiene el chupete?

Cómo quitar el chupete

La Clínica Mayo de Estados Unidos enumera los principales beneficios del chupete para tu bebé: calma su ansiedad cuando está molesto, ofrece una distracción temporal durante un análisis de sangre o una inyección, ayuda a dormir, les permite sentirse satisfechos entre comidas y alivia las molestias causadas por los cambios de presión al viajar en avión. También minimiza el mal hábito de chuparse el pulgar y ayuda a reducir el síndrome de muerte súbita.

Otros beneficios avalados por la ciencia asocian el chupete con un efecto analgésico y con el estímulo de la succión no nutritiva en niños pretérmino y a término.

Por supuesto, no todo son ventajas: el niño puede hacerse muy dependiente de este objeto y sufrir ataques de llanto cuando se le cae, puede elevar el riesgo de padecer infecciones del oído medio -aunque son las más bajas desde el nacimiento hasta los 6 meses de edad, cuando el riesgo de síndrome de muerte infantil súbita está en su punto álgido y el bebé tiene más intención de usar el chupete-, y por último, puede causar problemas dentales a largo plazo.

¿Hasta qué edad es recomendable el chupete?

A partir de los 12 meses y hasta los 2 o 3 años es la edad recomendada para dejar el chupete. La Sociedad Española de Ortodoncia y Ortopedia Dentofacial (SEDO) destaca que el chupete no provoca malformaciones orales siempre y cuando se retire antes e los dos años. Es conveniente retirarlo antes de que empiece la educación infantil.

Algunos de los problemas dentales que puede causar el seguir utilizando el chupete son la mordida abierta, la mordida cruzada, deformaciones óseas y malformación de la articulación temporomandibular.

Es importante no obligar al bebé a usar el chupete y dejar que marque su ritmo de uso, no ofrecérselo siempre cada vez que llora -lo ideal es entre tomas o después de amamantarlo-, mantenerlo siempre limpio -deberás hervirlo o lavarlo en el lavavajillas hasta que el bebé tenga seis meses-, guárdalo en un lugar seguro, utiliza el tamaño adecuado y no le pongas sustancias dulces.

Cómo quitar el chupete

Algunos niños precisan ayuda para dejar el chupete, convertido en un elemento clave para calmarse, conciliar el sueño o apaciguar la ansiedad.

El Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría recomienda limitar su uso hasta el año de vida, lo cual incluye las edades de máximo riesgo del SMSL y aquellas en las que el lactante tiene más necesidad de succionar.

Un buen momento para comenzar a abandonar el chupete es cuando empieza a gatear y a dar los primeros pasos, ya que tendrá un gran interés de exploración y desarrollo de habilidades nuevas, lo que puede facilitar su renuncia al placer oral.

Estos son algunos consejos de pediatras, dentistas y especialistas para ayudar a tu hijo a retirar el chupete a tu pequeño:

  • Preparar al niño o niña para esa conversación, recordándole que ya es mayor.
  • Premiarle ante las metas que consiga, siempre con un refuerzo positivo y buenas palabras.
  • En lugar de tomar medidas drásticas o quitárselo de golpe, negociar con el niño el uso del chupete y alabarlo cuando lo haga bien. Ve reduciendo su uso al mínimo indispensable.
  • Cambiar el uso del chupete por otros elementos como vasos para sorber, que además favorecen la coordinación ojo-mano.
  • Puedes sustituir el chupete por otro objeto de apego, como un doudou o un peluche.
  • Leer cuentos que aborden el tema de dejar el chupete, o inventar historias personalizadas en la que el niño se hace mayor y ya no lo necesita, por lo que un ser mágico o superhéroe puede llevárselo.
  • Si el niño o bebé siente mucho cariño por su chupete, explícale qué va a pasar con su chupete. Por ejemplo, puede que los Reyes Magos se lo lleven a otros niños más pequeños porque él ya se ha hecho mayor.
  • Escoger el momento idóneo, que debe ser tranquilo y rutinario, no un momento de trauma, de cambio o de duelo.
  • No compararlo con los demás: cada niño es único y tiene su propio ritmo.
  • Ser cariñoso, claro y paciente con el niño.
Ante cualquier duda, no olvides consultar con el pediatra.

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